El pasado lunes 10 de marzo, se vino abajo el techo del vestuario de la policía municipal.
La causa del accidente pudo ser la gran cantidad de humedades que tenían los techos que venían reblandeciéndose hace tiempo y, finalmente, cediendo hasta caer.
Afortunadamente en ese momento no había allí ningún trabajador pues el cambio de turno se acababa de producir. Se vino abajo el doble techo de escayola, todo el entramado de cables así como la canalización de metal del aire acondicionado y calefacción.
Otra vez nos hemos librado de tener un gravísimo accidente por pura casualidad.