ADSCRIPCIÓN PROVISIONAL S. SOCIALES

Queremos hacer pública nuestra rotunda oposición a cómo se ha desarrollado la Adscripción Provisional de una plaza de Trabajador Social de la concejalía de Servicios Sociales.

Desde nuestro criterio, y como se viene haciendo de forma habitual en el resto de Concejalías, y según se acordó en el reglamento de Adscripciones provisionales, se debería haber procedido de la siguiente forma:

1. Ofertar al resto de Trabajadoras Sociales de la Concejalía la posibilidad de hacerse cargo de este programa de forma voluntaria, lo que permite la aportación de experiencia contrastada, la motivación del personal y en algún caso la mejora horaria, dado que en el programa de voluntariado se trabajan dos tardes a la semana. La selección interna para desarrollar el programa se establece con criterios de antigüedad, formación y experiencia, ninguno de ellos excluyente.
2. Para sustituir a la trabajadora que se ha marchado, se procede según convenio colectivo con una Adscripción Provisional que permite la promoción interna.
3. De no presentarse nadie se procede a tirar de bolsa de trabajo en vigor.
4. La persona nueva, bien de promoción o de bolsa, se le asigna al puesto del programa o departamento que ha dejado vacante la persona que se hace cargo del programa de voluntariado.

Pues no, lo que se ha hecho es lo siguiente:

1. No dar oportunidad alguna al resto del personal de la Concejalía, salvo los fijos que hubieran tenido que presentarse a la adscripción provisional y ser examinados para cambiar de programa, lo que no es entendible ni técnicamente ni como gestión de equipos de trabajo.
2. Convocar el puesto directamente por adscripción provisional y en la selección eliminar antes del examen a los dos candidatos (Trabajadores Municipales con la titulación exigida), por no cumplir requisitos que en la circular eran a valorar y no excluyentes. Cuando tenían la titulación exigida, experiencia y formación.
3. Convocar a 6 o 7 candidatos de IMEPE y examinarles. En vez de usar bolsa de oposición legal y contrastada.

Además debemos hacernos la siguiente reflexión, que criterios técnicos o políticos se están utilizando para entender que un puesto para desarrollar e intervenir desde un Programa de Voluntariado, importante y necesario, es mucho mas complejo y de mayor responsabilidad que el de una Trabajadora Social en UTS (Unidad de Trabajo Social), donde no se exigen tres años de experiencia, y por el contrario va a estar en su “mano”, entre otras cosas: una valoración inicial adecuada de casos de malos tratos a menores, la atención de familias en situación de exclusión social, la tramitación de derechos y servicios como la dependencia o un Centro de Día, la derivación a recursos especializados para toxicómanos y alcohólicos, etc. etc. etc.

Dónde está la posibilidad de reciclaje profesional, de motivación con nuevos retos y proyectos, la valoración por los años de trabajo, dedicación y experiencia. Esta posibilidad sí se ha dado a algunas personas que actualmente ocupan cargos técnicos y políticos en este Ayuntamiento, y pasaron procesos de adscripción provisional sin examen y sin requisitos mayores que la titulación académica exigida.